La temporada 2026 de Fórmula 1 ya está en el horizonte de profesionales y aficionados, y con ella llega algo más que una nueva lucha por el título, con una revolución técnica y estratégica que pretende dar un vuelco a lo visto estos últimos años.
Tras varios años basados en el efecto suelo y las normas que entraron en vigor en 2022, y justo después de un emocionante Mundial 2025 que coronó a Lando Norris por delante de Max Verstappen y Oscar Piastri, la FIA y Formula 1 han presentado un conjunto de reglas que no solo afectan al diseño de los monoplazas, sino también a las carreras y a los pilotos.
Este nuevo reglamento técnico representa una nueva era de la competición donde la sostenibilidad, la estrategia y la tecnología deben ser los 3 pilares fundamentales de la máxima categoría automovilística.
En Prime Casino vamos a analizar las novedades, tratando de entender qué puede significar para los años venideros.
Desaparece el DRS y aparece el Overtake Mode
Uno de los cambios más llamativos de cara a 2026 es la eliminación del Drag Reduction System (DRS) tal y como lo conocíamos. Desde su introducción en 2011, el DRS fue una herramienta clave para facilitar los adelantamientos.
Con el DRS, si un coche se encontraba a menos de un segundo del de delante en unas zonas concretas del circuito, podía activar ese dispositivo flexible en el alerón trasero que reducía la resistencia aerodinámica y aumentaba la velocidad punta.
Además, en las sesiones de clasificación se podía usar en todo momento, sabiendo que si se abría el DRS en una curva, la pérdida de resistencia aerodinámica podía acabar con el piloto teniendo un accidente.
No obstante, en 2026 ese sistema desaparecerá para dar paso a una alternativa más estratégica y flexible. Se llama Overtake Mode y permitirá a los pilotos gestionar la energía y selecciones específicas del coche para intentar un adelantamiento cuando lo consideren más oportuno en una serie de zonas del circuito, integrándose con la gestión del motor híbrido y la energía eléctrica.
Esta desaparición del DRS y aparición del Overtake Mode promete darle un mayor poderal piloto a la hora de gestionar los adelantamientos, con el objetivo de ofrecer carreras más dinámicas y con más acción en pista.
Boost Mode y Active Aero
Las sensaciones de los pilotos también van a cambiar en el pilotaje. Bajo el nuevo reglamento aparecen conceptos como Boost Mode y Active Aero, que serán dos aspectos clave del nuevo reglamento.
El Boost Mode será una forma de liberar un punto adicional de potencia, tanto del motor como del sistema híbrido, para atacar o defenderse de otros pilotos en puntos concretos.
Por otra parte, el Active Aero sustituye la lógica estática de la aerodinámica por las alas móviles frontales y traseras, pudiendo ajustarse según el contexto, con configuraciones que dispongan de más agarre en las curvas o menos resistencia en las rectas.
Estos dos nuevos aspectos, combinados con una mayor presencia de la energía eléctrica y un enfoque más sofisticado de la aerodinámica, demandarán del piloto un nivel de gestión técnica mayor.
Motores más eléctricos y sostenibles
Los cambios no afectan solo a la aerodinámica y al DRS. Los motores también vienen con novedades. El motor híbrido seguirá siendo el corazón de los monoplazas, pero con un enfoque renovado:
- El actual MGU-H desaparecerá, simplificando el sistema eléctrico.
- El MGU-K pasará a entregar mucha más potencia eléctrica, multiplicando por casi tres su contribución respecto a las cifras actuales.
- El reparto de potencia entre motor térmico y eléctrico se equilibrará alrededor del 50%, favoreciendo un enfoque más eficiente y sostenible.
- Además, se utilizarán combustibles 100% sostenibles.
Estos cambios en los aspectos del motor lleva a nuevas interpretaciones técnicas por parte de los equipos, que deberán encontrar el equilibrio adecuado entre la potencia pura, la gestión de energía y la recuperación de los componentes utilizados.
Monoplazas más ligeros y ágiles
El reglamento técnico de 2026 también afectará al chasis y al diseño general de los coches. Los coches serán más ligeros, con una reducción de peso de unos 30 kg respecto a los modelos de 2025.
También cambiarán las proporciones del vehículo, disminuyendio la anchura total del monoplaza, con el objetivo de tener monoplazas más ágiles en las curvas.
Finalmente, la aerodinámica será más avanzada, con un menor impacto del ‘aire sucio’ del coche de delante, y con alerones capaces de modificar su configuración para responder mejor a las diferentes fases de la carrera.
F1 en 2026: El año de la renovación
La suma de todos estos cambios implica una competición totalmente renovada. Estamos ante una temporada que puede redefinir la formaen la que se desarrolla el campeonato, con una mayor importancia en la gestión del piloto, que decidirá cuándo usar sistemas como el Boost Mode, configurar la aerodinámica, o conservar y desplegar la energía del monoplaza.
Evidentemente, los equipos que mejor interpreten estas nuevas reglas tendrán una ventaja importante, especialmente en el primer año de un nuevo reglamento. No es descabellado pensar que equipos que hasta ahora estaban un paso por detrás podrían recortar distancias importantes si aciertan en la creación del coche, como ya hemos visto en el pasado con escuderías como Mercedes, Red Bull o Brawn GP.
Finalmente, y lo más importante para los aficionados, la F1 de 2026 pretende recuperar parte de ese espectáculo de los adelantamientos y estrategias en pista, sin tener tanta dependencia tanto de sistemas automáticos como el DRS, y volviendo a poner el foco sobre la habilidad del piloto y la inteligencia en carrera.







